Amazon gana la batalla legal en la UE sobre transparencia publicitaria

El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha eximido temporalmente a Amazon de la obligación de revelar detalles sobre los anuncios publicados en su plataforma, como su audiencia objetivo y sus financiadores, según una sentencia a la que la agencia Efe ha tenido acceso. Esta decisión se enmarca dentro de las medidas cautelares solicitadas por la compañía dirigida por Andy Jassy, con el objetivo de evitar que la Comisión Europea (CE) la clasifique como una ‘plataforma online muy grande‘ (VLOP, por sus siglas en inglés) y, por ende, le imponga las obligaciones de transparencia establecidas por la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés). Según el fallo, esta medida cautelar permanecerá vigente hasta que el TGUE emita su veredicto definitivo sobre el asunto.
Tras conocer la sentencia, Amazon ha expresado su satisfacción, considerándola un paso importante que respalda su posición de que no cumple con la definición de una plataforma online muy grande según la DSA y, por lo tanto, no debe ser catalogada como tal. Fuentes de la empresa también han confirmado su compromiso de colaborar estrechamente con la Comisión Europea en relación con las demás obligaciones que la DSA impone a la compañía.
En julio pasado, Amazon inició acciones legales ante el Tribunal General Europeo en Luxemburgo con el objetivo de ser excluida de la lista de las 19 VLOP. En ese momento, Amazon argumentó que la DSA fue creada para abordar los riesgos estructurales asociados a empresas cuya principal fuente de ingresos proviene de la publicidad y que actúan como intermediarios en la transmisión de información y opiniones. Además, la empresa estadounidense sostuvo que la gran mayoría de sus ingresos se generan a través de su negocio minorista, negando su presunto papel dominante, al considerar el mercado de distribución en su conjunto (tanto físico como en línea).

Un portavoz de Amazon afirmó: “Amazon no se ajusta a la descripción de una plataforma online muy grande según la DSA y, por lo tanto, no debe ser clasificada de esa manera. Si esta clasificación se aplicara a Amazon en lugar de a otros grandes minoristas en la Unión Europea, sería una medida injusta y nos impondría onerosas cargas administrativas que no beneficiarían a los consumidores de la UE”. No obstante, el TGUE no aceptó la solicitud de Amazon de no ofrecer a los usuarios la opción de rechazar anuncios basados en su perfil.
Zalando, el conocido marketplace alemán, también decidió tomar acciones legales en un movimiento sorprendente. Dos semanas antes de que Amazon presentara su recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea, Zalando emprendió una acción similar contra la Comisión Europea (CE) por la misma cuestión. En su apelación presentada el 27 de junio, Zalando alegó que estaba siendo objeto de un trato desigual y que no debería ser considerado una “plataforma online muy grande”, a pesar de contar con más de 45 millones de usuarios mensuales. La argumentación de Zalando se basó en que la CE no había tenido en cuenta el enfoque mayoritariamente minorista de su modelo de negocio, y argumentó que no presentaba un riesgo sistémico en la difusión de contenidos nocivos o ilegales de terceros.
En abril de 2022, la Unión Europea (UE) aprobó la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA), que fue aclamada como una primicia mundial en la regulación digital. El Consejo Europeo explicó en ese momento que esta nueva ley establecería estándares globales y otorgaría a los ciudadanos un mayor control sobre cómo las plataformas en línea y las grandes empresas tecnológicas utilizan sus datos.
Un año después, a finales de abril, la Comisión Europea reveló una lista de 19 ‘plataformas online muy grandes’, que incluía a gigantes como Amazon, Twitter, TikTok, Apple, Google, Meta (anteriormente conocida como Facebook) y Microsoft. La CE instó a estas empresas a adaptarse a las regulaciones más estrictas impuestas por la nueva ley. Se estableció un plazo hasta el 25 de agosto para que cumplieran con todas las normas reforzadas, lo que incluía la obligación de someterse a auditorías anuales independientes para garantizar que combatieran eficazmente la desinformación, el odio y las falsificaciones.
La DSA implica que estas empresas estén bajo la supervisión de la Comisión Europea y que deban abrir sus algoritmos a expertos designados por el Ejecutivo europeo, así como proporcionar acceso a sus datos a investigadores autorizados. También se les exige analizar y abordar los riesgos asociados con la presencia de contenido ilegal en sus servicios. La Comisión Europea estableció como criterio para incluir a estas 19 plataformas su número de usuarios activos en Europa, y se consideraron aquellas que superaban los 45 millones de usuarios en la Unión Europea.
Este caso refleja la importancia de la regulación digital en Europa y cómo las grandes plataformas en línea deben cumplir con las nuevas normativas para proteger a los usuarios y mantener la integridad de la información en línea.
